viernes, 11 de marzo de 2011

Cialis

Tenía razón su compinche, todos estarían coritos en la playa, inclusive los empleados del exclusivo resort que los atendían. Este seria su último robo; de ahora adelante viviría de sus hijos. Entró al lobby, no había nadie y le fue fácil llegar a las habitaciones; consiguió 12 blackberrys; 8 rolex, más de 7.000 bolívares fuertes y un hermoso bolso de cuero. Ya en planta baja, cuando quiso escabullirse, una empleada, con solo su peineta multicolor, lo sorprendió, Venga, lo ayudo a desnudarse. Negarse era descubrirse; así que puso el bolso en el piso; cuando ella empezó a manipular los pantalones se arrepintió de haber usado la pastilla de las 36 horas; sus hormonas empezaron a trabajar y ella empezó a gritar, Un pervertido, un pervertido. Vinieron los de la playa; descubrieron que era un ladrón y le dieron senda coñaza.

Marcial Fonseca

viernes, 4 de marzo de 2011

El veneficio

La anciana le advirtió, Su novia anda en malos pasos y no le dio más explicaciones. No entendía cómo la acusaba de casquivana si en apenas tres meses de noviazgo, los besos eran inocuos, las manos no podían caminar. Pero estaría equivocado. Ya en diciembre le dijo que la recogería para la primera misa de aguinaldo; ella le dijo que no, que la buscara para la sexta misa. Llegó de madrugada, toda la casa estaba oscura; pero la puerta principal de la calle estaba entreabierta. Le pareció extraño aun así entró con mucho cuidado, sintió un fuerte olor a mirra y estoraque. Oyó como una especie de mantra en el solar, prestó atención y se percató de que ella estaba murmurando su nombre. Se acercó, ella estaba desnuda en medio de un círculo. Lo dedujo todo, 21 de diciembre, solsticio de invierno; en medio del circulo una estrella de David. Entendió que le estaba haciendo un veneficio; la anciana tenía razón, sí andaba en malos pasos.

Marcial Fonseca

Curiosidad fonética

Una curiosidad del idioma: una palabra que podemos pronunciar pero no escribir; y hasta ahora la RAE no ha le ha prestado atención, y quizás no le pare por ser de poco uso. Veamos. Cuando queremos decir en modo imperativo singular las expresiones pedirle, decirle, pegarle, simplemente decimos pídele, dile o pégale; son correctas pedile, decile, pegale; pero ahora nos interesa la primera forma. El problema se nos presenta con la expresión salirle. El blog Un Aracnido Una Camiseta hizo la consulta apropiada y la respuesta fue que oralmente es posible el imperativo sal le (decimos sal le al paso a ese problema). Sin embargo, al escribirlo, las normas exigen que el le se suelde al verbo (pegale, tocale, etc.); pero en sal le seria salle, que es otra palabra. Hay muchas propuestas: ir al voseo: salile al paso; o circuirlo: sal al paso de Pedro. Unos han aconsejado que se intercale una h o una e: salhle, sálele o usar la l germinada del catalán, sal.le; o que se diga sarle al paso. Bueno, lo cierto es LA RAE no esta interesada en esta pequeña curiosidad.

Marcial Fonseca