martes, 10 de marzo de 1998

Llegada del año 1000

El Nacional - 10/3/1998

En las postrimerías del siglo XX, quizás sea interesante ver cómo fue recibido el año 1000. Como siempre, hay dos historias, la dorada y la negra; la real y la falsa. Esta última habla de locuras colectivas. De protestantes, más fanáticos que imparciales, propagando la idea de que los curas obligaban a la gente a vender sus propiedades a la Iglesia Católica. De países, como Islandia, convirtiéndose al cristianismo, al toque de la última campanada. Esta versión apareció durante el Renacimiento, inventada por los escritores de esa época, por razones tan discriminatorias como las racistas de hoy que arguyen que las pirámides fueron construidas por extraterrestres. La real, la verdadera, revela un comportamiento de lo más cotidiano. Los problemas típicos de la época. El mismo temor atávico de algunas personas ignorantes ante un hecho natural, como una eclipse, por ejemplo. En algo sí nos ganaron nuestros ancestros, no perdieron el tiempo, como nosotros, en discusiones bizantinas sobre el fin del primer milenio. Este terminaba el 31-12-1000. Estaban muy claros. ( Annus incarnationis domini millesimus exeuntes ).

Marcial Fonseca