El Nacional - 2/6/2000
En el artículo "Los agujeros negros: ¿una metáfora de la condición humana?" de Rafael Arráiz Lucca, del pasado 26 de mayo, el autor admirablemente amalgama la física con la poesía, y si hilamos fino con la realidad venezolana; pero está ausente, o muy sutilmente inmerso en el texto, la razón por la cual se llaman agujeros negros: la luz que pudiera existir en ellos queda atrapada en el interior porque ella es igualmente atraída (esto es, la luz también tiene masa como cualquier otro cuerpo). De hecho, la existencia de los huecos negros se evidencia por las distorsiones que producen en su entorno, y no porque hayan sido vistos, que no se puede.
Marcial Fonseca