El Nacional - 17/5/1998
Es interesante ver el origen común de las tres principales religiones; sobre todo ahora, que a falta de polos ideológicos, los hombres están dirimiendo sus diferencias a través de ellas. Milenios atrás, vivían varios pueblos en lo que es hoy día el Cercano Oriente. Creían en varios dioses simultáneamente. Un líder, Moisés, aglutina a su pueblo alrededor de un Dios único y poderoso, con lo que da paso a la concepción monoteísta y nace el judaísmo. Su esperanza, la llegada de un Mesías. Como en una profecía autocumplida, el hombre de Galilea se proclama Mesías; y lógicamente, no fue aceptado como tal por la clase dirigente. Su labor fue tan extraordinaria, que sus seguidores conquistan el Imperio Romano en apenas tres siglos. Nace el cristianismo. Su esperanza, la parusía; esto es, Cristo regresará. Los vecinos de los judíos, los árabes, seguían sin sentar cabeza, y en el siglo VII surge un líder, Mahoma, que introduce el monoteísmo entre sus congéneres y brota el islamismo. Como estaban diezmados, introduce la poligamia. Su esperanza, un paraíso celestial, con huríes incluidas, para quienes luchen y mueran por su religión.
Marcial Fonseca