Los lodos que han dejado una ristra de países inservibles y que han hasta tratado de cambiar la manera de hablar y discernir vienen de los polvos de las convivencia, connivencia y actuaciones de una izquierda, ¿borbónica?, en las últimas décadas o siglos. La primera misión, arrodillar países en los que tienen funciones de gobierno hasta convertirlos en entelequias, proviene de la ceguera para entender la economía, sin darse cuenta de que ella tiene vida propia y siempre responderá a las ataduras que la quieran constreñir.
En países tras países han cometido los mismos errores; y en aquellos donde han logrado entender el meollo: dejar libre la economía y usar los impuestos para la distribución equitativa de la riqueza, han creado el híbrido capitalismo estatal, de suyo salvaje; pero ellos creen que están navegando su ideología.